El diseño del edificio para la UISEK refleja los principios pedagógicos constructivistas, convirtiéndolo en una manifestación tangible de la visión educativa de la institución. Inspirado en la idea de que "el aprendizaje no solo ocurre en las aulas sino fuera de ellas", el espacio arquitectónico se concibe como una gran biblioteca, promoviendo la interacción y la construcción colectiva del conocimiento. Las áreas flexibles permiten adaptarse a diversas necesidades, transformando las aulas en espacios para charlas, discusiones y exposiciones. Este enfoque fomenta el aprendizaje activo y social, abandonando las aulas tradicionales del siglo XX para crear un entorno dinámico que promueve habilidades blandas y la formación integral de los estudiantes.